30 de julio de 2012

02. "Odioso e irritable."




Cuando Alex llegó a casa, se encontró a Lissa tirada en el sofá, con un gigantesco bol de palomitas en el regazo. Alex no entendía cómo esa chica comía tanto, y no engordaba ni un solo gramo.
El apartamento que compartían estaba situado en una bonita zona de Londres, a unos quince minutos andando del centro de la ciudad, pero lo suficientemente apartada como para que no llegara el bullicio de la gente.
Lissa y Alex se conocían desde que empezaron la guardería, en Manchester, y conectaron desde el principio, aun a pesar de ser tan distintas. Se hicieron inseparables, y pronto dejaron de ser mejores amigas para ser hermanas. Acabaron el instituto juntas el último verano, y los padres de ambas les regalaron ese apartamento de Londres por el que tanto habían suspirado. Las dos habían soñado durante años con vivir juntas en Londres, en la gran capital. Y desde hacía poco, estaban cumpliendo su sueño.
Alex fue directa a su cuarto, dejó sus libros y se quitó la cazadora, y el gorro de lana que le recogía parte del  pelo. Este cayó en una cascada sobre su espalda, dándole calor. Tanto Liss como ella tenían el pelo larguísimo, más abajo de la cintura, porque de pequeñas habían prometido que se lo dejarían así de largo cuando fueran adolescentes. Y ahora Alex lucía su larga melena pelirroja, que le caía hasta el final de la espalda, con aquellos bucles que la ponían tan nerviosa. Porque lo cierto era que odiaba peinarse. Pasarse un cepillo por el pelo le parecía un sufrimiento atroz que no necesitaba pasar todos los días, ya que no tenía muchos nudos.
Liss era todo lo contrario. Tenía el pelo igualmente largo, pero el suyo era completamente liso y del color del trigo. Además, a ella le encantaba peinarse, y hacer cosas con su melena que a Alex le parecían imposibles.
Alex se retiró el pelo de la cara y el cuello, y suspiró. Cerró los ojos y se masajeó levemente las sienes, pensando. Vale, se había encontrado con el mismísimo Harry Styles por la calle. El mismo Harry Styles que la sacaba de los nervios. Con esa fachada tan dulce y romántica que tenía, que al final resultaba ser todo lo contrario. Un imbécil al que le encantaba jugar con las chicas. Uno de esos que se acostaban con cualquiera que estuviese buena. El tipo de chicos que Alex más odiaba.
No iba a contárselo a Liss, porque se volvería loca. Quizás más adelante, cuando dejara de estar tan enamorada de ellos. Sobre todo de ese rubio irlandés, Niall. Él había sido la debilidad de Lissa desde el principio.
-Lexie, oye, ha llamado un amigo tuyo.
-¿Un amigo mío? ¿Quién era?- por un momento, un nombre ocupó todo la mente de alex. "Matt". Sacudió la cabeza. Abrió los ojos y miró a Liss, que estaba apoyada en el marco de la puerta.
-Pues no lo sé, pero dijo que os habíais encontrado y que se te había caído el móvil. Le he dicho que viniera, así que debe de estar apunto de llegar.
Alex abrió la boca por la sorpresa. No podía ser. Hoy no había visto a ningún amigo suyo, y era imposible que se hubiera olvidado el móvil en el trabajo. De repente, un rostro acudió a su mente. "Oh, no", pensó.
-No, no. Por favor, no- musitó.
-¿Qué pasa?- preguntó Liss. Alex la miró, sin saber qué contestar, cuando de repente sonó el timbre de la puerta.
-¡Ya voy yo!- dijo Liss, alegre.
-¡No!- dijo Alex, pero ella ya había salido al pasillo. Escuchó sus pasos sobre el parqué, y cómo abría la puerta. La escuchó saludar, y quedarse muda a mitad de la frase. Y no era para menos. Harry Styles estaba en su apartamento.
-¿Puedo pasar?- esa era la voz de Harry, totalmente inconfundible.
-S-sí, c-claro. Pasa.
Momentos después, Lissa aparecía en la habitación, con la sopresa, la emoción, y el enfado reflejados en el rostro, todo a la vez.
-Voy a matarte- susurró a Alex, y justo después salió de la habitación, para dejar entrar a Harry. Cerró la puerta lentamente, sin hacer ruido. "¿Pero para qué demonios cierra la puerta?", maldijo Alex. Supuso que en ese instante, Liss estaría hiperventilando en algún lugar de la casa. Respiró hondo, frunció el ceño, y se volvió hacia el chico, que se había apoyado en su escritorio con los brazos cruzados y esa odiosa sonrisa torcida pintada en la cara.
-¿Te parece bonito?- preguntó, mordaz. La sonrisa se desvaneció del rostro de Harry. Al igual que toda la superioridad que había sentido hasta el momento. A ver, estaba en su habitación, con la puerta cerrada y con la rubia a punto de morirse en alguna parte. ¿No debería sentirse por lo menos un poquito abrumada?
-¿El qué? ¿Qué he hecho ahora?
-¡Pues aparecer en mi casa, así, sin avisar ni nada! Por lo menos espero que no te haya visto nadie más; sería lo último que faltaba.
-Tranquila, sé cómo se hacen estas cosas.- Y vaya si sabía. Con la de veces que había ido a casa de alguna chica sin que sus compañeros se enteraran siquiera. -Y por cierto, tu móvil- dijo, mientras se lo tendía. -De nada.
-Si no te hubieras chocado conmigo en mitad de la calle, no tendría que agradecértelo.
-Eres una chica complicada, ¿eh?
-¿Yo? ¿Complicada? ¡Por favor! ¡Es que no me llevo con estúpidas estrellas del pop adolescentes que creen que se pueden tirar a todas las que quieran en la primera cita!
-¿Ese es el concepto que tienes de nosotros?
-Ese es el concepto que tengo de ti.- después de esto, ambos se quedaron en silencio. Alex miraba su móvil con el ceño fruncido. Estaba cabreada, pero no sabía por qué. Era ese estúpido chico, que la irritaba solamente con una sonrisa, que a ella le parecía falsa. Podía parecer que se estaba comportando como una niñata, hablando sin pensar, pero no era así. Ella nunca hablaba sin pensar. Cuando decía las cosas, siempre era por algún motivo. Y esta vez, el motivo era un atractivo y caradura chico de rizos plantado frente a ella.
Por su parte, Harry paseaba la vista por toda la habitación. La acababa de conocer, y ya estaba en su cuarto. Decenas de pensamientos se agolparon veloces en su mente. Era un pervertido, y no podía evitarlo por mucho que quisiese. Sobre todo en momentos como ese.
-Ven a cenar- dijo, sin pensar. Alex alzó la cabeza.
-¿Qué?
-Acabo de invitarte a cenar con nosotros, eso lo entiendes, ¿verdad?- dijo, con una sonrisa de suficiencia. Alex hizo una mueca.
-No iría a cenar con vosotros ni aunque estuviese completamente drogada. Hasta ahí llegas, ¿verdad?- ¿Qué coño se había creído? Él no era nadie para hablarle así a ella. Lo único que Alex deseaba en ese momento, con todas sus fuerzas, era que desapareciera. Pero de repente, un rostro llenó toda su mente. Ella no iría, de ninguna de las maneras, pero... sí había alguien que mataría por ir. Alguien que a Alex le importaba más que cualquier otra persona. Lissa.
-Que vaya Lissa a cenar con vosotros. Seguro que lo disfrutará. Yo no.
-Si no vas tú, ella tampoco.
Alex lo miró, desconcertada.
-¿Eres imbécil? ¡Te he dicho que yo no quiero ir!
-Y yo te he dicho que si tú no vas, ella tampoco- dijo él, manteniendo la calma. No tenía ni idea de por qué la había invitado. Lo que sí sabía era que le divertía discutir con ella.
Alex se acercó más a él, y le colocó un dedo en el pecho.
-Mira, me parece genial que seas Harry Styles, la gran estrella de One Direction, pero a mí eso me la sopla, ¿entiendes? Iré a cenar con vosotros única y exclusivamente por culpa de tu odiosa cabezonería. No creas que me hace ilusión. Me haría ilusión si no fueras tú quien me lo hubiera pedido, créeme.
Harry volvió a sonreír. Alex apretó el puño. Tenía unas ganas incontrolables de borrarle esa sonrisa de la cara.
-Perfecto. ¿Te parece bien el viernes a las ocho? Mandaré a alguien a recogeros- después de decir esto, salió de la habitación, y se dirigió a la puerta, con Alex pisándole los talones con cara de querer matarlo. No entendía cómo podía irritarla tanto. Solo era un chico. Un chico rabiosamente atractivo, pero imbécil.
Abrió la puerta, y casi empujó a Harry para que saliera. Lo quería fuera de su casa ya.
-Oye, ¿recuerdas cuando te dije que no quería volver a verte? Pues iba totalmente en serio. Así que después de esa ridícula cena tuya, el universo volverá a ser normal y yo no sabré nada más de vosotros, ¿vale?
Harry sonrió ampliamente.
-Como tú digas. Pero, por curiosidad, ¿tienes algún problema especial conmigo o eres así con todo el mundo?
-¿Aún no te ha quedado claro lo gilipollas que me pareces? Déjalo, no contestes, prefiero no saberlo. Tú simplemente vete a pasear tu enorme ego fuera del edificio- dijo Alex, y cerró la puerta de un golpe.
Lo odiaba. Mucho. Posiblemente era del todo irracional, pero no le importaba.
Lástima que fuera tan guapo.

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¡WEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! 
Capítulo 2, jejeje.
Siento haber tardado tantísimo, pero mi madre tuvo la brillante idea de irnos a la playa así como así, y no me dio tiempo ha subir nada más. Por cierto, ¿os parece bien que sean así los capítulos? Si se os hacen muy largos simplemente decírmelo, ¿vale? Y bueno, que espero que os guste. Es que a mí estas relaciones amor-odio (porque va a ser una relación MUY de amor-odio) me encantan. Espero que lo disfrutéis.
Os quiero xx.

3 comentarios:

epifonema dijo...

En serio, me encanta de verdad.
A mí las relaciones así me vuelven AJKAJAKAJKAJAK. Son demasiado divertidas.
Que nada, increíble. Que si me empieza a gustar One Direction es por tu historia y tu música, porque la verdad es que no sé, molan.
Un besito enorme <3

Marie C. dijo...

Diablos que me encanta!
AMO la actitud de Alex, no se deja caer, incluso cuando es el sexy de Harry! Y eso es fascinante. Segura que el pensó que la tendría en manos, pero vamos que se equivoco, ella no es chica fácil. Una cena con One direction? Eso es muy prometedor, y ya quiero ver a Lissa cuando se entere de la dichosa cena, y aun mas cuando vea a su adorado Niall.
Relación amor odio eh? Eso lo hace, en definitiva, muchísimo mejor! Mas interesante y divertida al ver a aquel par peleando y aun así gustándose.
Y la verdad yo quería mas capitulo :c Pero de por si así esta bien. No tan cortos por favor:c O bueno, a mi gustos, me encantan largos.
Besos guapa!

Nadia. dijo...

QUÉ? Por qué le trata así Alex D: uiuiui me estoy oliendo un rollito entre Lisaa y Niall JAJAJA
Que ganas de que llegue la cena JAJAJA
Un besito preciosa, y publica prontito:)